jueves, junio 22, 2006































Los libros no dicen nadaAdmirable película sobre un futuro donde la lectura está prohibida por una ley tan absurda y sin sentido, y en la cual una brigada de bomberos se dedican a buscar y quemar libros ocultos en las casas.La película en si es una buena muestra de como una sociedad tan hedonista por no decir de ignorantes aborregados, son capaces de denunciar a sus semejantes por la sana aficción de los subversivos al hábito de la lectura y del conocimiento, lo más descatado del filme es la historia en si por encima de decorados futuristas y efectos especiales costosos, por lo cula valiéndose de estos recursos se puede hacer una obra maestra como esta.Un clásico filmado con maestría y rigor narrativo por el gran director francés Francois Truffaut en donde destaca la excelente interpretación de Julie Christie en un doble papel de dos personajes opuestos entre si.El final del filme es francamente soberbio de ahí que recomiende a más de uno su obligado visionado para todo buen aficionado al género y a los libros de Ray Bradbury en general

Para más información

http://es.wikipedia.org/wiki/Fahrenheit_451_(pel%C3%ADcula)





Las nuevas tecnologías modifican el mercado

Seísmo en la industria cultural Cae el comercio de discos y DVD, mientras el teatro y la música en vivo se mantienen

AURORA INTXAUSTI - Madrid

EL PAÍS - Cultura - 22-06-2006
La venta de discos en España se desploma, la compra de vídeo en formato DVD cae algo más del 25%, desaparecen 27 salas de cine en España y desciende el ingreso en taquilla. Sólo el teatro y los conciertos en directo de música clásica y popular se salvan de un panorama desolador. Estos contundentes datos, facilitados ayer por la Sociedad General de Autores (SGAE) en la presentación del Anuario 2006, en el que se recogen las actividades del año anterior, muestran que el consumo de cultura en España va por un lado, y la industria cinematográfica y musical, por otro. El principal problema ahora no es el top-manta, sino las descargas ilegales en la Red. El pasado año
se bajaron 80 millones de películas y 509 millones de archivos musicales.
¿A qué destinamos entonces el dinero que invertimos en consumo de cultura? Se asiste a un mayor número de representaciones teatrales, a conciertos de música clásica y popular, y se compra una importante cantidad de videojuegos, una industria que todavía no ha sido diezmada por la piratería.
En este panorama, la música grabada sigue descendiendo de manera imparable. Las ventas caen un 5,8% y el consumo per cápita ha pasado de dos discos de media comprados en el mercado legal en 2001 a uno, y de gastarse 17,3 euros ese año a 9,8 euros. Encabezan la lista de los discos más vendidos en 2005 Pájaros en la cabeza, de Amaral; Zapatillas, de El Canto del Loco; Il Divo, de Il Divo; Fijación oral, de Shakira; Voces de ultratumba, de Estopa, y Mi sangre, de Juanes. De entre los 50 discos más vendidos en España, 34 van firmados por artistas españoles.
Los mismos problemas que se registraron hace unos años en la industria discográfica con la piratería se perciben ya en la cinematográfica. Por primera vez desde 1993 ha descendido el número de pantallas, lo que puede interpretarse como que el desarrollo del parque cinematográfico experimentado en España en los últimos años ha llegado a su fin. Un dato que va acompañado de otro no menos preocupante para la cultura es que los españoles acuden cada año menos al cine.
Desde finales de la década de los ochenta hasta 2002 se había ido incrementando el número de espectadores en las salas de cine y a partir de esa fecha comenzó el declive. La asistencia al cine por habitante al año fue de 2,8 películas en 2005 y los ingresos por taquilla sufrieron una caída del 9%. De la recaudación total, el 60% se corresponde con películas producidas en Estados Unidos, mientras que el resto fue de producción nacional. Se exhibieron 1.686 largometrajes y los de mayor recaudación fueron Star Wars: la venganza de los Sith, de George Lucas, que fue visto por más de tres millones de espectadores, seguido de Torrente 3: el protector, de Santiago Segura, que se ha quedado a poco más de 100.000 espectadores del número uno.
Las películas españolas más taquilleras junto a la de Segura fueron El reino de los cielos, de Ridley Scott; Princesas, de Fernando León; El penalti más largo del mundo, de Roberto Santiago, y 7 vírgenes, de Alberto Rodríguez.
Si desde 1993 no habían descendido el número de salas en España, ese mismo fenómeno se registraba en el sector videográfico. Tras unos años de bonanza en los que el soporte DVD disparó las ventas, el gasto de los consumidores ha pasado de 501 millones en 2004 a 359 en 2005, un 28% menos. Se ha vendido prácticamente el mismo número de unidades, pero los precios de éstas han sido mucho más bajos.
La venta de películas junto al alquiler experimentan un retroceso del 26%. La SGAE argumenta que las razones para esta evolución negativa son "la desaparición del soporte VHS, el descenso de los productos de venta de los DVD y la piratería". Todo ello ha arrastrado inicialmente a los locales de alquiler de películas, que están desapareciendo; a ese embate no ha resistido ni el número uno del sector, la cadena Blockbuster, que ha cerrado todos sus centros en España. Los consumidores se decantaron por El señor de los anillos: el retorno del Rey; El señor de los anillos: las dos torres; El señor de los anillos: la comunidad del anillo; Los increíbles, y Los chicos del coro.
Es el desarrollo de las nuevas tecnologías lo que está marcando las formas de consumo de los españoles. Los jóvenes compran la música a través de Internet y su consumo de videojuegos ha llevado a la industria a facturar 863 millones de euros. La dimensión de este sector es tal que las ventas logradas con los videojuegos supone el 90% de la suma de las ventas discográficas y de vídeo (531,4 millones procedentes del sector discográfico, y 437,7, del videográfico). ¿Qué tipo de juegos se compran? El mercado para consolas está dominado por los juegos de acción y aventuras, seguidos por los de carreras y otros deportes. El consumidor de juegos para PC es diferente y mayoritariamente adquiere los de estrategia.
Los datos recogidos en el Anuario SGAE de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales aluden también a sectores que han registrado un notable incremento. Las artes escénicas, por cuarto año consecutivo, están en alza gracias a los musicales. El número de espectadores ha crecido un 3,4 %, y la recaudación en taquilla ha pasado en 2004 de 189,1 millones de euros a 217,2 millones el siguiente. Más de 13 millones de personas acudieron a los teatros para contemplar alguna de las 58.111 representaciones que se realizaron a lo largo del año. Los musicales Mamma Mia!, Cabaret y Hoy no me puedo levantar junto con Dralion, del Cirque du Soleil, lograron el 40% de la recaudación obtenida en taquilla durante todo el año. En los espectáculos de danza, ópera y zarzuela se perciben líneas positivas, aunque los datos son similares a los de 2004.
No todo es negativo. La música en directo aumenta en número de conciertos, espectadores y recaudación. En clásica, se ofrecieron 17.914, un 2,5% más que en 2004, a los que acudieron cerca de 5,5 millones de espectadores, de los que se obtuvo una recaudación de 44,7 millones de euros, un 13% más que el año anterior. Las salas y auditorios en los que se logró mayor recaudación fueron el Auditorio Nacional de Música (Madrid), L'Auditori, Palau de la Música y Gran Teatre del Liceu (Barcelona) y Kursaal (San Sebastián). Los conciertos de U2, El Canto del Loco / Hombres G y Queen fueron los que alcanzaron la mayor recaudación de los celebrados en España. Por cuarto año consecutivo se mantienen los buenos resultados. En 2005 se celebraron 126.778 conciertos, un 10,5% más que el año anterior, y con ellos se recaudaron 144,2 millones de euros, un 9,5% más. El aumento de música en directo se produce, sobre todo, en los conciertos con menos de 2.500 asistentes.
El informe de la SGAE recoge también el consumo de radio y televisión, donde se registra un ligero descenso. Entre los programas más vistos en televisión figuran tres retransmisiones deportivas y sendos episodios de las series españolas Aquí no hay quien viva y Los Serrano. Entre las 10 películas más vistas emitidas por televisión no hay ninguna de producción española.



















Las nuevas tecnologías modifican el mercado
Otras formas de ver y de escuchar Músicos, promotores, productores y directores de cine coinciden en que el sector debe buscar caminos para adaptarse a un consumo tan furtivo como creciente
AMELIA CASTILLAJESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid

EL PAÍS - Cultura - 22-06-2006
Ni la música ni el cine están en crisis. Otra cosa es la industria... Músicos, promotores y directores coinciden en que ahora se escuchan más canciones y se ve más cine que nunca, aunque no en los mismos lugares de siempre. El calor de la música en vivo sigue atrayendo, pero cierran las tiendas y se vacían las salas de cine. Cambian las costumbres, avanza la tecnología y el público se adapta a esas transformaciones con más rapidez que la industria. Por tanto, lo que está en crisis es la industria y eso afecta a los creadores, que se ven obligados a buscar nuevas formas de ver recompensado su trabajo.
"Con respecto al cine, sufrimos un cambio de modelo en todo el mundo", asegura Manuel Gutiérrez Aragón, director de cine. "No es que se vea menos, es que se ve de otra forma. Tampoco el público de las salas abandona su afición por este arte, lo que ocurre es que lo ve en casa". A ese cambio tienen que adaptarse también los sistemas de ayudas públicas. "Está montado sobre el modelo primitivo de público en salas y habría que adaptar ese modelo a las nuevas formas de ver el cine".
Enrique González Macho, exhibidor y distribuidor (es propietario de la cadena de cines Renoir), tiene muy claro que la parte creativa no ha sido todavía alcanzada por la crisis, pero que no tardará en sufrir los efectos devastadores que la piratería genera. "Las crisis de espectadores acaba por afectar al arte", aclara. Antes, la piratería on line se centraba en los grandes estrenos y en las grandes producciones, pero ahora ha tocado también al denominado cine independiente. Como ejemplo de la situación del sector, recurre al estreno de Burt Munro, un sueño una leyenda, protagonizado por Anthony Hopkins, un filme que no estaba previsto para grandes audiencias y que sólo el primer día de exhibición en los cines registró 11.000 descargas ilegales. Frente a este dato, la realidad demuestra una escasa capacidad de respuesta de la industria. Todavía no existe en España una empresa que permita descargas legales. "Se están digitalizando películas para permitir este intercambio", dice González Macho.
También la música vive grandes cambios. Carlos López, director de Sony-BMG, una de las multinacionales que copan el mercado mundial, asegura que su empresa emprendió hace un par de años el camino de la transformación. "Nuestra meta no está centrada ya en la venta de discos", dice. "Las compañías tienen que convertirse en empresas de música. Ahora centramos más las inversiones en conciertos y en la búsqueda de patrocinios. Cada vez hay más patrocinadores (bancos, empresas de cerveza, marcas de zapatillas...) que utilizan la música para vender sus productos y que pagan por ello. Además de explotar esa vía, ponemos más énfasis en la promoción de artistas, ayudando a gestionar conciertos en directo. En definitiva, invertimos más en desarrollo para recoger después en el directo".
La música va a continuar mientras siga habiendo chicos capaces de juntarse en un local para tocar como el grupo al que admiran, asegura Quique González, músico curtido en el directo y pionero de la autoproducción discográfica. Y esa idea no es nueva aunque haya un abismo entre la idea del producto cultural que tienen unas generaciones frente a otras: "Los menores de 18 no saben manejar un disco de vinilo y los mayores de 60 no tienen ni idea de lo que es un iPod", agrega González.
El comercio de la música tal y como se conocía no funciona. Mario Pacheco, director de Nuevos Medios, una compañía independiente que lleva 25 años en el mundo de la música y presidente de la Unión Fonográfica Independiente (UFI), considera clave para el futuro saber de quién va a ser el dinero del negocio mundial. "En un principio, la música grabada era de los fabricantes de electrodomésticos, como Philips; después, de los grandes medios de comunicación como Columbia o Time Warner, y ahora parece que de las compañías informáticas. En estos momentos, lo que se está produciendo es el traspaso". En ese ambiente, la confusión impera. "Hay un factor de pánico porque se venden menos CD de los que se espera, pero también hay menos tiendas donde venderlos", añade.
Otra de las crisis a las que se enfrenta la música es la búsqueda de mejores sonidos. La superación de la alta fidelidad queda pendiente. "Los progresos tecnológicos antes iban en busca de un sonido cada vez más depurado. Desde que apareció el MP3, las prioridades han cambiado. No son necesarios esos parámetros ni esa calidad. El valor no es que suene mejor, sino que lo que prima es la información y la rapidez en conseguir las descargas frente al disfrute estético", concluye Pacheco.
Entre los desastres hay excepciones. La música clásica es de los pocos campos en alza. Suben los espectadores (un 5,8%) y la recaudación de conciertos se situó en 2005 en 44,7 millones de euros, un 13% más que en 2004. Pero Alfonso Aijón, uno de los principales promotores de música de España no quiere dejarse deslumbrar: "Es cierto que nuestro campo marcha bien; pero dudo que el público sea tan fiel. Hay que tener en cuenta que los conciertos están subvencionados. No sé si la gente acudiría a los conciertos de la misma manera que va si tuviera que pagar el precio real de la entrada".
El teatro también sube. El actor y director José Luis Gómez, responsable del teatro de la Abadía, se pregunta hasta qué punto ese incremento en las artes escénicas se debe a los musicales: "No sé si eso no falsea las listas generales, pero en cualquier caso lo que sí se puede constatar es que la Abadía ha tenido un 12,5% de incremento de espectadores y un 70% de ocupación. No hay que olvidar que el Centro Dramático Nacional tiene una programación exitosa; la Compañía Nacional de Teatro Clásico, con una serie de aciertos continuados, está con índices de ocupación tremendos y el teatro Español, que podía dar miedo porque hasta hace dos años tenía buenos índices de ocupación, pero con una programación fácil, ha logrado llenar con la nueva dirección y con una programación variada, interesante y de mucha calidad", dice Gómez., según informa Rosana Torres.